Formas de ahorrar agua

Formas de ahorrar agua

Las principales formas de ahorrar agua son:

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Veamos en detalle

 

Reducir el consumo de agua

Hace parte de las formas más efectivas para ahorrar este fluido vital. Reducir el consumo implica gastar menos agua a la hora de la ducha, cepillarse con la llave cerrada y abrirla solo cuando es necesario, usar menos la tina y más la ducha y no usar el inodoro para desechar cualquier papel.

Otros consejos son: a la hora de lavar los platos cerrar la llave mientras se enjabona y dejarla abierta solo para enjuagar, monitorear que no haya grifos goteando, hablar a los niños sobre el cuidado del agua para que no jueguen con ella y lavar el carro o los pisos con baldes de agua y no con mangueras.

En este mismo sentido es aconsejable regar las plantas con un balde. Las mangueras generan mayor gasto de agua, y si lo que se busca es reducir el consumo, debe evitarse su uso.

 

Reutilizar el agua

Para ello existen muchas razones, la conciencia ambiental, la escasez de agua o la necesidad de ahorrar económicamente. Reutilizar el agua es usarla una segunda vez dentro del hogar. Ejemplo de ello es el agua de la lavadora que puede almacenarse en recipientes como baldes o tinas para depositar en el baño, después de usarlo. Otra forma es recogiendo el agua lluvia y usándola luego para hacer aseo o para el inodoro.

Por otra parte, cuando se estén lavando platos o ropa a mano, se puede usar un recipiente en el que se enjuaguen los utensilios o las prendas; esto permite reducir el consumo y cuando el agua no quede sucia, puede usarse también para el retrete o para el jardín si no tiene químicos. También es útil guardar el agua que queda tras cocinar algunos alimentos, especialmente vegetales; una vez se enfría es ideal para regar las plantas.  

Algunas personas utilizan también el fluido corporal de la orina para regar las plantas, esto por el contenido de nitrógeno, fósforo y potasio que hay en ella. No es muy común, pero hace parte de las formas de ahorro del agua.

Adaptar sistemas de ahorro.

Este punto se refiere a las invenciones o esquemas que pueden utilizarse en el hogar para facilitar el proceso del ahorro del agua. En el caso del agua reutilizada que se deposita en el baño, puede resultar molesto o dispendioso. Una excelente forma para contribuir con ello es instalar un tanque que esté conectado al tubo del desagüe, ya sea del lavamanos o la lavadora. El váter con lavabo es ejemplo industrializado de este tipo de ahorro.

Su utilidad es que permite que el agua pase directamente al almacenamiento para el baño y no haya que ponerla en otros recipientes. Así, cuando la persona haga uso del inodoro podrá bajar la cisterna y ahorrar agua al mismo tiempo. 

Otros inventos son la bolsa que recoge el agua fría de la ducha, los economizadores de agua y la ducha de aire y agua. Recordemos: el ahorro de agua no es un capricho sino un llamado consiente para cuidar nuestro planeta. 

Establecer límites

En ocasiones, aunque se hable del tema y se adopten medidas, los miembros de un hogar siguen utilizando agua de forma innecesaria o fuera de lo acordado. Para estos casos que rayan en lo extremo, se pueden utilizar medidas igual de radicales.

Estamos hablando de sistemas de alarmas, tiempo medido y otras formas de controlar la cantidad de agua que una persona usa. Por ejemplo, para entrar a la ducha, se puede establecer una alarma de forma que la persona no se demore más tiempo que el sugerido.

Otra forma es cambiar métodos. Por ejemplo, para cepillarse los dientes se puede utilizar un vaso de agua, de esta forma no se desperdicia y se crea consciencia sobre la necesidad de ahorro. Así como estas actividades, las demás también se pueden controlar, pero hay que tener en cuenta que es un hábito algo molesto. Lo mejor siempre será crear conciencia y actuar por convicción.