Las principales formas de cuidar el agua son:
Cada día miles de litros de agua se desperdician en situaciones remediables. Cuidar el agua empieza por esas pequeñas acciones que de forma colectiva evidencian un gran cambio.
Hay que empezar por no utilizar el inodoro como bote de basura, evitar que las griferías goteen de forma continua y cerrar la llave mientras no se utiliza. Estos actos, por sencillos que parezcan tiene la capacidad de generar un ahorro de agua importante y a su vez un impacto positivo en el medio ambiente.
Es importante revisar frecuentemente el estado de las tuberías, ya que en ocasiones se producen fugas que son difíciles de percibir. Por otra parte, hacer conciencia de la rutina diaria y el manejo del agua; así se encontrarán otras formas de evitar el desperdicio del agua.
En el propósito de cuidar el agua, existen acciones que contribuyen enormemente. Por ejemplo, el agua con la que se lavan las manos o se usa en el cepillado puede reutilizarse para depositar en el retrete. Esta es una forma de cuidado para la cual se han creado sistemas que conectan el agua usada del lavamanos al tanque de depósito del inodoro, de manera que el ahorro se hace de forma automática.
También se puede utilizar una bolsa en la ducha para recoger el agua fría que sale mientras se espera la caliente. Otro método es minimizar la utilización de mangueras y en su lugar usar baldes: para regar el jardín, lavar el carro o lavar los pisos de la casa. Igualmente, utilizar la lavadora a su capacidad completa y manejar dispositivos ahorradores de agua, generan un impacto positivo.
La idea de este tipo de acciones es que sea continuo, y que lo practiquen todos en la familia.
Hay dos formas de percibir el cuidado del agua: como una exigencia por un motivo determinado o por convicción. En el segundo caso se pueden implementar hábitos para reducir el consumo de este líquido.
Un hábito es el cepillarse utilizando un vaso de agua, de forma que no haya que abrir el grifo y poco a poco se aprenda a usar poca agua. Otra forma de vida es ducharse sin gastar mucha agua, para ello se puede poner un límite de tiempo de forma lúdica con una canción (cuando la melodía finalice debe haber finalizado el baño).
De igual forma, el veganismo es una manera de contribuir, pues para producir un solo kilo de carne se requieren entre 5 mil y 20 mil litros de agua. No es fácil adaptarse a nuevos hábitos, pero con paciencia y perseverancia es posible vivir cuidando el planeta.
La cuarta forma de cuidado del agua es la conciencia. Primero es necesario la conciencia propia, el convencimiento de la importancia de ahorrar que se evidencia en acciones coherentes.
Luego de ello se puede acceder a grupos ambientalistas, juntas de acción comunal o emprender nuevas acciones para incentivar a otras personas a cuidar el agua. Actualmente adultos, jóvenes y niños se han sumado a la tarea global de ayudar a crear consciencia, entre estas personas resalta Jane Goodall, Greta Thunberg, Rachel Carson, Berta Cáceres, entre otros.
Su trabajo es promover la preservación y protección del medio ambiente para que haya un uso adecuado de los recursos naturales, como el agua. Pertenecer a un grupo facilita el proceso y permite conocer otras personas que están trabajando en el mismo objetivo.