Las principales formas de reciclar son:
Cada día se utiliza papel y cartón para diversas actividades humanas, este material constituye un porcentaje aproximado del 30% de los residuos que se generan en un hogar. Su aprovechamiento mediante el reciclaje hace posible reducir el impacto medioambiental, mejorar la calidad del aire, reducir el espacio ocupado en los vertederos o rellenos sanitarios y favorecer el ahorro de agua y energía.
Se recicla el papel periódico, los sobres, las guías telefónicas, las revistas, los documentos, libros, carpetas, cajas de cartón y cajas de papel. Contrario a ello, no se puede reciclar el papel untado de alimentos, el papel metalizado, el papel higiénico, las servilletas, el papel fotográfico y los papeles engomados.
En algunas comunidades hay puestos de reciclaje, allí se puede llevar el papel para reciclar o generar un acuerdo para que pasen por el hogar y lo recojan. Otros métodos para el reciclaje de papel son reutilizar el periódico para limpiar los vidrios o cubrir superficies, fabricar papel reciclado casero e imprimir en el reverso de las hojas.
El vidrio es un material que tarda siglos en descomponerse, una sola botella se tarda 4000 años en degradarse. El impacto que sufre el medio ambiente es alto, por eso el vidrio debe obedecer una cadena de reciclaje de modo que se produzca poco y se aproveche en su mayoría.
Las empresas cerveceras y productoras de bebidas azucaradas en su mayoría tienen una cadena de reciclaje, de modo que los envases se usan una y otra vez por años. No obstante, algunos envases terminan en la basura y además de las botellas hay otros recipientes de vidrio a los que no se le da un segundo uso.
Para reciclar el vidrio se tiene en cuenta el color: transparente, café y verde. Una vez separados o clasificados se tritura y se lleva al horno en donde se mezcla con arena de cuarzo, hidróxido de sodio y caliza. Así se obtiene nuevo material con las mismas propiedades del vidrio reciclado.
Este tipo de material sólido constituye uno de los más grandes problemas ambientales, en especial, de la vida acuática. Al océano llegan desechos plásticos que amenazan la vida de los animales que habitan allí, en muchos casos se enredan en ellos, los consumen erróneamente o quedan atrapados.
El plástico puede reutilizarse en la fabricación de muchos objetos, para ello cumple con un proceso. Lo primero es la recogida del plástico, que se hace primero dentro del hogar y luego se lleva a contenedores o a lugares de reciclaje. Luego se debe clasificar el material por el tipo de plástico que se esté manipulado.
El tercer paso es triturar el plástico, luego se lava lo que se ha triturado, se seca y por último se lleva a un proceso mecánico en el que se le da forma al plástico usado para crear nuevas piezas.
Es común que los residuos de la cocina no se aprovechen, pues solo una minoría es consciente de que estos residuos se pueden reutilizar y dar vida a las plantas. Así es, los residuos orgánicos sirven para hacer compostaje o abono orgánico que les sirve a las plantas para su crecimiento.
El compostaje se elabora con cáscaras de frutas, cáscaras de alimentos, semillas de las frutas y cáscaras de huevos. En el compostaje no se puede incluir restos de carne, productos derivados de la leche, restos de aves, de pescados o de otros animales. En lo posible los residuos deben estar cortados en pedazos pequeños para que sea más fácil su degradación.
El residuo orgánico se puede llevar a un lugar en donde se haga compostaje o se puede elaborar de manera casera. Para ello se busca un guacal o cajón similar, se le pone una base de cartones de huevos en el fondo, las paredes y se empiezan a poner capas. La primera es una capa de hojas secas, luego una capa de residuos orgánicos, luego una capa de tierra y así segundas capas de cada material. Al finalizar se abren huecos y se riega todos los días. En aproximadamente 6 meses el abono estará listo.