Las principales formas de dormir correctamente son:
Al dormir es normal que el cuerpo se acostumbre a ciertas posiciones que en algunos casos pueden ser perjudiciales para la espalda, el cuello o para tener un buen descanso.
Las mejores posturas para dormir son boca arriba, de lado y en posición fetal. Dormir boca arriba mejora el proceso de digestión, es saludable para la espalda, todo el cuerpo descansa sobre el colchón y ayuda a aliviar el dolor de cadera y de rodilla. Dormir de lado puede ayudar a recudir la acidez estomacal, evita el dolor de espalda y cuello además de los ronquidos. Y también está dormir en posición fetal, que es muy recomendado para las mujeres en embarazo, ya que mejora la circulación del bebé y evita la presión sobre órganos internos como el hígado.
Queda claro que el primer paso para dormir correctamente es adoptar una buena postura, que no le pese a la espalda ni genere estrés muscular.
El uso de las almohadas es también de gran importancia. Pueden hacer la diferencia entre un descanso placentero y un amanecer cargado de agotamiento, como si no se hubiera dormido. Normalmente la gente usa una almohada bajo su cabeza, para descansarla y evitar tensiones en el cuello.
Las almohadas son aconsejadas también en otras posturas. Por ejemplo, al dormir de lado se recomienda poner una almohada entre las piernas, así la columna vertebral queda bien alineada y se reduce la presión que genera entre las piernas. Adicionalmente reduce el dolor muscular y mantiene los músculos relajados. Las mujeres en proceso de gestación también pueden usar una almohada un poco más larga que llegue hasta el estómago, así se apoya el peso del feto y se descansa mejor.
Otro uso frecuente es en la posición boca abajo, allí se debe utilizar bajo el abdomen, de manera que la columna vertebral esté en una posición correcta y se favorezca el proceso respiratorio.
Es la cantidad de horas que una persona debe dormir para sentirse descansada al día siguiente, para levantarse con energía y tener toda la disposición para las actividades cotidianas. El ciclo varía entre personas, pero normalmente tiene una duración de 6 u 8 horas.
Respetar el ciclo del sueño no es buscar 8 horas al día para dormir, es más bien establecer un horario que permita todos los días acostarse y levantarse a la misma hora. Cuando se duerme menos se siente la pesadez y las actividades se desarrollan con menor fluidez, y cuando se duerme más se puede tener más sueño de lo normal, jaquecas y dificultad para concentrarse.
Es difícil establecer un ciclo del sueño cuando en ocasiones las actividades escolares o laborales lo impiden, pero es necesario. Un adecuado ciclo del sueño mantiene la actividad cerebral, mejora el estado de ánimo y también la productividad.
Dormir bien es más difícil de lo que se suele creer. Pareciera que quienes tienen un descanso sereno son bendecidos de Morfeo; precisamente por eso develamos otras formas de conciliar un buen sueño para quienes sufren de insomnio o sienten que duermen, pero no descansan.
Se puede empezar por evaluar los hábitos alimenticios, consumir carnes rojas o comidas pesadas antes de ir a la cama puede generar pesadillas y hace más pesado el proceso digestivo. Hay que cambiar las comidas pesadas por alimentos livianos y fáciles de digerir para el estómago.
Hacer ejercicio también mejora la calidad del sueño, la actividad física activa los músculos y hace posible que al momento de dormir se relajen y el cuerpo descanse plácidamente. También es prudente dormir con poca iluminación, evitar el café y más bien consumir un te o agua aromática antes de ir a la cama.